Reconocer errores - para conocer, entender y superarse...
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Mucho se dice de nuestra superacion personal, mucho se ha escrito y discutido sobre este tema, sobre todo cuando debemos reconocer y aceptar nuestras equivocaciones y en reiteradas oportunidades siempre buscamos a alguien a quien culpar y hoy cuando este leyendo esta pagina piensa por que y a quien pedir perdón.
¿Cómo reconocer nuestros errores?
A
través de nuestros errores tenemos la oportunidad de reflexionar y
aprender algo nuevo. Cuando revisamos las consecuencias
de una acción que acabamos de realizar, es cuando podemos reconocer
el error que cometimos. Debido a esto, nos resulta tan difícil prevenir
algunos errores, porque sólo podemos reconocerlos una
vez que los hemos cometido.
Desarrollar
la capacidad de reconocer y aceptar nuestras equivocaciones amplía
nuestra visión de la realidad, nos impulsa a
asumir nuestra responsabilidad y nos enseña, además, a reconocer la
presencia de personas afectadas por las consecuencias de nuestras
equivocaciones.
Oímos a diario frases como: "Cometer errores es humano", "Un error lo comete cualquiera",
etc. pero, lo más importante, es que tengamos la
disposición de asumir el compromiso de hacer cuanto sea necesario
para corregirlos. Algunos padres, por ejemplo, temen reconocer un error
frente a sus hijos por miedo a perder su autoridad o el
respeto por parte de ellos, cuando, en realidad, hacerlo sería una
señal de sabiduría, humildad y amor.
Desde
luego que no es sencillo aceptar nuestras equivocaciones, pues hiere
nuestra autoestima. A veces nos da pena que otros
descubran que hemos cometido un error; otras, quedamos paralizados
por el miedo de volvernos a equivocar, o también puede suceder que en
vez de asumir nuestra responsabilidad y reparar nuestros
errores, busquemos culpar a alguien de ellos. En realidad, saber que
tenemos derecho a equivocarnos y estar dispuestos a aprender de ello,
nos da la libertad de ser auténticos, de tomar
decisiones más acertadas y nos concede el permiso para atrevernos a
realizar actividades nuevas con más seguridad y confianza.
En
algún momento, nos llegará el día en que hemos cometido un error grave,
pero, a pesar de la vergüenza que podamos sentir,
no debemos huir de la responsabilidad ni ponernos agresivos o
defensivos cuando otros nos hagan una observación al respecto; nuestra
meta deberá ser, en ese momento, tratar de reparar el daño de
la forma más digna posible. Muchas personas creen que reconocer un
error puede ser una señal de debilidad y que, además, puede representar
la posibilidad de perder el respeto por parte de los
seres queridos… ¡No es así! Definitivamente, el admitir que nos
equivocamos nos merece el aprecio y la estima de ellos, especialmente si
nos ven hacer el esfuerzo para superarlo y no repetirlo.
Asumir nuestros errores nos permite crecer y madurar internamente.
Además, todas las equivocaciones son una oportunidad para aprender algo
nuevo acerca de nosotros mismos, de los demás y de la
vida.
Hay
dos maneras simples de aprender y madurar: lo hacemos por error y
acierto, reconociendo y asumiendo las consecuencias
que se generan de nuestras elecciones. Si tienes hijos, la próxima
vez que uno de ellos cometa un error pídele que asuma su responsabilidad
sin presionarlo o castigarlo inmediatamente por la
equivocación cometida. En su lugar, explícale las posibles
consecuencias e invítale para que participe en el proceso de encontrar
la solución y el medio para que no vuelva a suceder.
Pensamos, con frecuencia, que los errores son un fracaso, pero, en realidad, podemos verlos como una herramienta valiosa que
nos permite aprender, crecer, hacer cambios y superar las limitaciones.